(Prensa FEVP12 junio de 2025) – El avance del Plan de Formación Masiva en Planificación Popular, que ha involucrado a más de 5,7 millones de personas en todo el país, consolida una visión estratégica: construir un solo sistema de gobierno donde el pueblo organizado sea protagonista del diseño, ejecución y control de las políticas públicas. Así lo reafirmaron autoridades del Ejecutivo nacional y expertos en planificación, estadística y ciencias sociales durante las más recientes jornadas del curso “Un solo Plan, un solo Gobierno: formulación eficiente de proyectos”.
El Vicepresidente Sectorial de Planificación expresó que el momento histórico exige una adecuación institucional profunda, articulando todas las escalas de gobierno —nacional, regional, municipal y comunal— en función de las Siete Transformaciones (7T). “No hay manera de construir socialismo sino es con un solo sistema de gobierno, y ese gobierno debe ser el pueblo”, afirmó, al destacar que la municipalización con poder popular organizado es el próximo gran reto.
Subrayó además que los proyectos del Estado deben dejar atrás la fragmentación rentista y orientarse a una política pública unificada. “Desde la producción de semillas hasta una obra hidráulica, cada acción debe articular ciencia, industria, financiamiento y formación”, señaló. Asimismo, recordó que el Artículo 6 de la Ley Constitucional del Plan de la Patria obliga a adecuar todo el marco legal a esta visión integral de desarrollo nacional.
Complementando esta visión, el presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Raúl Pacheco, explicó que los proyectos constituyen el eje operativo para materializar los objetivos del Plan de la Patria. “Cada iniciativa debe gestionarse bajo el equilibrio del triángulo de hierro: alcance, tiempo y recursos”, indicó. A su vez, Luis Ibarra, gerente de Divulgación Estadística del INE, enfatizó la importancia del Sistema de Indicadores como herramienta estratégica para el seguimiento de los proyectos. Señaló que los datos deben ser pertinentes, georreferenciados y útiles para la toma de decisiones. “Un mapa vale más que mil datos”, dijo, al destacar el uso de tecnologías como tableros de mando, dispositivos móviles de captura y visualizaciones territoriales.
Desde una perspectiva metodológica, el profesor Orangel Rivas advirtió que un proyecto sin estrategia de seguimiento y evaluación tiene alta probabilidad de fracaso. Definió el seguimiento como un proceso continuo que permite corregir desviaciones, y la evaluación como un análisis profundo para valorar resultados e impactos. Ambos procesos —sostuvo— deben formar parte del documento técnico-político del proyecto y no ser añadidos de forma posterior. Además, destacó la participación de actores clave, como las comunidades organizadas, en la recolección y validación de datos.
Por su parte, el sociólogo William Hernández abordó la contraloría social como un pilar esencial para la ejecución efectiva de proyectos en el marco del Estado Comunal. Recordó que la Constitución, en su Artículo 62, reconoce al pueblo como sujeto activo en la formulación, gestión y control de las políticas públicas. “No se trata solo de resolver problemas materiales, sino de forjar una sociedad libre, soberana e independiente”, expresó. Hernández hizo un llamado a superar el clientelismo y la dispersión institucional, proponiendo que las Salas de Autogobierno se conviertan en espacios de articulación definitiva entre lo institucional y lo popular. También señaló que la formación debe ser bidireccional: desde el Estado hacia el pueblo y viceversa, para consolidar un nuevo modelo de poder.
Todas estas intervenciones convergen en una idea central: sin planificación transformadora, sin formación política y técnica, sin poder popular articulado, no es posible avanzar en la construcción de una nueva sociedad. El Plan de Formación Masiva en Planificación Popular continúa así consolidando un camino donde cada proyecto, cada indicador, cada comunidad organizada y cada decisión gubernamental confluyen en una estrategia nacional de desarrollo integral con base territorial.